EL RUTÓMETRO

Frío, tele y nivel en la Challenge Vuelta Mallorca

challenge vuelta mallorca
Ethan Vernon, tras ganar la quinta etapa de la Vuelta a Mallorca. (EFE)

Después de mucho esperar y reivindicar la televisión en directo, esta vino a llegar a la Challenge Vuelta Mallorca en una de las ediciones más complicadas y estresantes que se recuerdan. La organización se las vio y deseó para custodiar y ofrecer la mejor imagen. La profesionalidad se desdobló tantas veces como fue necesario, con cambios de recorrido in extremis incluidos, hasta lograr el resultado pretendido. Bien está criticar cuando las cosas son mejorables, pero mejor está felicitar cuando se consigue la excelencia con casi todo en contra.

Salvo la última etapa en la que el sol hizo acto de presencia, la Challenge se desarrolló en pleno temporal de frío y nieve. Los recorridos tenían como epicentro la zona crítica, punto neurálgico e inevitable, si tenemos en cuenta que la Serra de Tramuntana abriga las mejores virtudes ciclísticas y paisajísticas que ofrece la isla para el espectáculo y emoción.

Un balance exitoso a pesar de los elementos, que diría Gonzalo Fernández de Córdoba, más conocido como el Gran Capitán. En especial, hay que destacar el arranque triunfal del Intermarche Circus Wanty con sus tres victorias de cinco posibles, y dos podios de su estrella Biniam Girmay. Un equipo que se destapó el año pasado como una de las gratas sorpresas de la temporada, y que por lo demostrado en Mallorca tiene visos de continuar por la misma senda de éxitos.

Excelente nivel

La Challenge Vuelta Mallorca nos deja unas excelentes sensaciones de la recién estrenada temporada. Los Soudal Quick- Step se dejaron ver desde el primer momento, no así los Movistar que pasaron más bien desapercibidos. Representaba el debut de los telefónicos sin Valverde en sus filas. El murciano, con su garra característica siempre dejaba algún destello en los prolegómenos del año. No ha sido así por parte de sus sucesores.

Valencia, y poco más tarde Andalucía cogen el relevo de este nuevo amanecer ciclista. Un despertar gélido, lo que no significa que haya sido agarrotado ni perezoso. Buen ciclismo, muchas ganas, y ademas, televisado. No se puede pedir más.

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